jueves, 16 de diciembre de 2010

Sensacionalismo

Al observar y oír las noticias "terroríficas" y "catastróficas" que promulgan los medios masivos de comunicación, gran parte de la audiencia se convierte en un componente mas de una abstracta, pero gran cárcel de la vida social.
Los informes son transmitidos con tanta emotividad y reiteración que generan en el espectador, lo que yo llamo: "el trauma de la trama mediática". En este caso, el oyente (o tele espectador) es el encargado de parcelar sus acciones y de transformarlas en una crítica emocional que se desenvuelve, por ejemplo, por medio de manifestaciones de inquietud y disconformidad. Se convierten en "drogados culturales" ya que finalmente estos medios masivos de comunicación son quienes terminan apropiándose del poder de opinión de los sujetos, conseguido por semejante "amarillismo", por semejante advertencia.
En la Argentina, el quiebre de la relación entre la empresa "Grupo Clarín" y el gobierno de Cristina Kirchner ha ido fortaleciendo, en el tiempo, un desvinculo semejante que provocara una confrontación de ida y vuelta entre sus dirigentes y sus medios representativos. No quiero decir que lo que dicten sus anuncios sea totalmente inválido, sino que el modo en que se declaran forman una grave interpretación en el público y ademas, el "obviar" noticias de suma importancia para la sociedad puede ser algo preocupante y frívolo en democracia. Esto es fundamental para demostrar las respuestas (acciones) dadas por los consumidores de la mayoría de los noticieros; inconveniente a resolver. Algunos defensores del gobierno dirán que esto se resolvería con la ley de medios (Ya aprobada, pero no puesta en practica), pero a mi parecer ni eso finalizaría con el titulo de la nota debido a que esta medida consiste en extraerle una parte de las licencias al grupo económico. Es decir, va a seguir existiendo su "inclinación", pero en menor proporción que en la actualidad, de lo que no me quejo (soy democrático), pero me gustaría ver en todos lados como diría Juan Peron que "la única verdad es la realidad". A lo que voy es que el conflicto del "sensacionalismo" (es un conflicto, vale aclararlo) a nivel local se justifica en gran parte, valga la redundancia, por la relación que tienen los medios hegemónicos nacionales con el gobierno de turno. Ante mi plena disconformidad con ellos, sigo creyendo que buscan de una forma paralizar a la sociedad para que esta reaccione o se lancé al cuello contra el mandato para exigir atención de lo que está ocurriendo, pero que "en realidad esta ocurriendo en una porción de la cuadra de un barrio de un partido de cualquier provincia de la nación" por así decirlo, o que no se comenta ni se menciona sobre otros temas de gran peso para todo ciudadano, o que se desinforme recortando notas, artículos o entrevistas. Así, el proceso de captación de los símbolos televisivos son a lo que los tele videntes reducen como: "En este país no se puede vivir más", "Que país de mierda" o "¿Y que imaginabas?, acordate de que estamos en Argentina" Expresiones de una típica nueva clase media que ha ganado en el tiempo el puesto de la no tendencia, de la inestabilidad política, que se destaco por la descalificacion de lo nacional y la revalorizacion de lo externo, de lo Europeo.